Algo no encaja: el valle inquietante en los contenidos de la red

Algo no encaja: el valle inquietante en los contenidos de la red
Foto de NEOM en Unsplash

En los últimos meses, seguro que, alguna vez, has oído (o dicho) algo como: "Esto parece creado por una IA".

Somos bastante buenos detectando contenido generado por estas herramientas, al menos por ahora.

Más allá de errores obvios o datos inventados por "alucinaciones", cuando nos encontramos con algún contenido creado por una IA, hay algo que no termina de encajar. ¿Por qué?

La respuesta está en el "valle inquietante".

El origen del "Uncanny Valley"

El valle inquietante es un término acuñado por el profesor de robótica Mashahiro Mori, en un ensayo publicado en los años 70.

En él, especulaba cómo sería la reacción de la gente ante robots de apariencia y actos casi humanos.

Su principal conclusión es que, cuanto más se acercaran a la apariencia humana pero, sin llegar a conseguirlo del todo, la empatía y tolerancia se tornaría en repulsa y rechazo.

La gráfica del Uncanny Valley

El concepto de uncanny valley, inicialmente asociado a los robots, ha evolucionado con la popularización de los videojuegos y la animación 3D, adquiriendo nuevas dimensiones.

Mientras personajes imposibles como los juguetes protagonistas de Toy Story o Crash Bandicoot son aceptados sin esfuerzo por el público, los intentos de replicar la apariencia y expresividad humana con un enfoque hiperrealista suelen estrellarse en el valle de la inquietud.

Si hay un director que parece haberse instalado en este valle, es Robert Zemeckis.

Fascinado por la experimentación tecnológica, su cine a menudo genera una extraña disonancia: desde el Tom Hanks digital de Polar Express (2004) hasta su versión rejuvenecida en Here (2025), sus creaciones nunca logran escapar de la sensación de estar viendo algo inquietantemente artificial.

También ha llegado a los contenidos de internet

En los últimos tiempos, el valle inquietante ha llegado también a los contenidos que consumimos en la red: post y comentarios llenos de emoticonos y estructuras planas y repetitivas, imágenes con dedos o dientes de más y videos narrados por voces monocordes o con protagonistas que cambian de rostro de un frame a otro.

Les pasa como a Tom Hanks en las películas de Robert Zemeckis antes mencionadas: parece Tom Hanks, pero no llega a ser Tom Hanks. No nos hace reír igual, no nos emociona igual, no empatizamos igual que con el Tom Hanks real.

Casi humano no es suficientemente humano

Desde que nuestro amigo Masahiro acuño el concepto del valle inquietante, la tecnología ha avanzado muchísimo, pero nunca ha conseguido superarlo.

En el caso del contenido, no puede simular experiencia propia, no es espontáneo, no genera empatía.

Es por eso que creo que, por el momento, el toque humano va a seguir siendo un factor diferencial en lo que se refiere a creación de contenido.

Si bien es verdad que no podemos competir con estas tecnologías en tareas automatizables, aún veo lejos la sustitución en tareas creativas (ya sea una película de Hollywood o un comentario en linkedin).

De momento, no parece capaz de sorprender, enfadar o, en definitiva, conectar con las emociones del espectador como sólo es capaz de hacerlo un contenido creado por alguien genuinamente humano.


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La banda sonora de esta edición es: More Human than Human - White Zombie